Involución. Rosa Méndez
Asociación Crecer Sin Violencia (CSV) para la protección de los hijos/as de las mujeres maltratadas.
En los últimos años estamos sufriendo una grave involución silenciosa y constante en el campo de los derechos de las mujeres en el ámbito judicial. El nuevo machismo es el culpable pero el Gobierno, la Oposición, y las autoridades locales competentes en esta materia, deberían actuar de forma decidida frente a este fenómeno, y digamos que no ayuda en ninguna medida su participación ¿inconsciente? en políticas que de forma camuflada refuerzan los instrumentos de este Contramovimiento Neomachista, como son las políticas trampa de Progenitor Amistoso impulsadas por esta corriente (ejemplos: las leyes de Custodia Compartida aprobadas por Aragón, Cataluña, y las iniciativas a este respecto de Madrid y otros ayuntamientos y del grupo del PP en el Senado, o las leyes e iniciativas de Mediación Familiar coaccionada o impuesta, o los Puntos de Encuentro Familiar formados en la ideología del nuevo machismo).
Le estamos dejando la puerta abierta de par en par a este movimiento patriarcal que, por otro lado, nos está robando el discurso de la igualdad distorsionándolo en su propio beneficio.
“Si lo sé no denuncio”, “Si no me divorcio, no se lleva a los niños porque ¿quién los protegería durante las visitas?”, “Mejor no denunciar porque se puede volver contra ti, él te puede acusar de denuncia falsa, y total no va a servir de nada, es muy difícil que te crean, y si lo hacen, la pena será irrisoria”. Estas son frases que podemos escuchar en boca de mujeres maltratadas y de sus abogados/as.
El nuevo machismo está consiguiendo su objetivo en muchos países: destruir el sistema de protección de la mujer, neutralizar las leyes que la liberan de su agresor o las leyes que defienden sus derechos como la Ley del Divorcio. Utilizan muchos neomitos como: “son muy abundantes las denuncias falsas”, “la mayoría de los casos presentados como casos de malos tratos son en realidad conflictos de pareja solucionables con Mediación Familiar”, “las madres manipulan a los hijos contra ellos para beneficiarse económicamente o como venganza”, “la Custodia Compartida impuesta es lo más igualitario”, “las feministas van en contra de la verdadera igualdad”, “las nuevas leyes que intentan proteger a las mujeres criminalizan a los hombres”, etc.
Cuando investigamos para elaborar el Informe “Puntos de Encuentro Familiares: Invisibilización de la Víctimas de Violencia de Género, Madres e Hijos/as”, desmontamos y denunciamos el Neomachismo. El sistema judicial está impregnado de esta ideología que destruye la credibilidad de las mujeres y de sus hijos e hijas dejándolos en una desprotección muy preocupante.
Las cifras delatan la situación:
-el número de denuncias por violencia de género ha descendido; el número de denuncias por esta causa desestimadas ha aumentado; el número de concesiones de órdenes de protección a mujeres víctimas de malos tratos se reduce; el número de divorcios ha descendido.
-el número de concesiones de custodia de hijos/as a maltratadores condenados o acusados de malos tratos ha aumentado.
-el número de concesiones de custodia compartida impuesta va en aumento de forma alarmante. -el número de concesiones de régimen de visitas impuesto a hombres condenados o acusados por malos tratos llega casi al 100% (no llega ni al 2% los casos en los que se retira el régimen de visitas a condenados por malos tratos).
-este año han muerto 5 niños/as hijos/as de mujeres víctimas de violencia de género asesinados/as por su padre maltratador.
-en lo que va de año han sido asesinadas 56 mujeres víctimas de violencia de género, más que en todo el año pasado.
Todo ello contribuye a que las mujeres se planteen que tal vez la denuncia o el divorcio agrave su situación y la de sus hijos/as, en lugar de mejorarla.
La Ley Integral que aprobó el Parlamento español por unanimidad es un muy buen esqueleto para construir la protección de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijos e hijas (aunque en este último aspecto es bastante mejorable), pero siempre y cuando se trabaje en su desarrollo, en su aplicación, siempre y cuando se invierta en su reforzamiento, en su defensa de los ataques feroces del Contramovimiento que intenta desprestigiarla para llegar a su derogación.
El número de mujeres muertas por violencia de género aumenta, especialmente las que no habían presentado denuncia y el Gobierno se empeña en cargar toda la responsabilidad sobre las mujeres (de nuevo la mujer es culpable…): “No había denunciado” “Se había vuelto a juntar con él” etc. E insiste en que las mujeres “deben denunciar”. Sin embargo, muchas de ellas no lo habían hecho porque sabían que ni el sistema judicial ni social iba protegerlas, ni a ellas ni a sus hijos/as, como así ha sido en 13 casos donde las mujeres sí habían denunciado (la mayoría con orden de alejamiento). Tal vez sea un tanto atrevido incitar a la denuncia sin más con este número de mujeres muertas (se dice pronto pero cada una es un gran fracaso) y con un sistema judicial quebrado, debilitado por la invasión de la corriente ideológica del Neomachismo.
Por ejemplo, ¿Cómo se le explica a una mujer que desea denunciar que a la semana siguiente de hacerlo tiene que entregar a sus hijos/as al agresor que le ha prometido que va a destrozarles? Son ellos/as, los hijos/as, el punto débil de la mujer, la nueva clave del Contramovimiento Neomachista. Son ellos/as el instrumento para seguir controlándola.
Valoramos muy positivamente las medidas emprendidas por el Gobierno para visibilizar a los/as hijos/as como víctimas de violencia de género. Sin embargo, si realmente desea proteger a estos/as menores y a sus madres, debe hablar más alto y firme, sin miedo, sin excusas de supuesta prudencia que en realidad le paralizan, y debe invertir recursos para frenar esta ideología. No basta con una pequeña conferencia aquí o allá o con un artículo periodístico de vez en cuando.
La Ministra Bibiana Aído todavía no se ha pronunciado sobre la ideología del pretendido SAP públicamente (nuevo machismo que abarca muchos instrumentos, ya se ha apuntado, como la Custodia Compartida impuesta). Somos conscientes de que no es fácil salir públicamente a frenar este Contramovimiento tan agresivo, pero precisamente en este caso es imprescindible y es un deber plantarle cara al nuevo machismo. Si lo hace, nosotras estaremos a su lado para apoyarla.
El Gobierno tiene pendiente hace meses publicar un informe sobre el pretendido SAP elaborado hace bastante tiempo por varios/as expertos/as para el Observatorio Estatal contra la Violencia de Género, y que ya ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. Esperamos un pronunciamiento y una presentación pública, uno gesto que sin duda contribuirá a poner freno a la expansión del nuevo machismo.
La falta de contundencia por parte de las autoridades competentes, especialmente el Gobierno y la Oposición, llamadas a trabajar para erradicar la violencia de género hace que las mujeres víctimas se sientan frustradas, decepcionadas y desilusionadas con su gestión y se pregunten de qué sirven tantas supuestas medidas contra la violencia de género mediáticas, si en la realidad están vacías de contenido, se quedan en la superficie y no van al fondo de la cuestión porque en la práctica se quedan desprotegidas ellas y sus hijos/as.
No estamos hablando de casos aislados, de percepciones personales, hablamos de un fenómeno global que está provocando un número muy reseñable de casos en aumento en toda España de mujeres y de sus hijos/as desprotegidos/as, y de mujeres que ven mermados sus derechos. Este es el fruto de la nueva corriente machista que está consiguiendo que la involución en el campo de los derechos de las mujeres el ámbito judicial esté siendo todo un éxito no sólo en nuestro país. En nuestras manos está el que esta involución se convierta en un fracaso. Rosa Méndez
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Maria -